¿Qué es la depilación con hilo y por qué tantas están hablando de ella?
Si llevas tiempo buscando una alternativa a la cera o las pinzas para depilar el rostro (en especial las cejas), es probable que la depilación con hilo ya haya cruzado tu radar. Y si aún no se ha ganado un lugar en tu rutina de belleza, sigue leyendo: este método milenario tiene más ventajas de las que imaginas. Te cuento de primera mano por qué se ha convertido en uno de mis imprescindibles desde hace un par de años.
La depilación con hilo —también conocida como threading— es una técnica originaria del sur de Asia y Medio Oriente que utiliza hilo de algodón o poliéster enrollado y retorcido para arrancar el vello desde la raíz. Suena simple, y lo es. Pero su efectividad es lo que la ha hecho sobrevivir al paso del tiempo y las modas.
Es perfecta para zonas pequeñas, sensibilidad cutánea y, sobre todo, para quienes buscan precisión milimétrica. Pero vamos por partes: ¿qué zonas puedes depilar con hilo y qué beneficios reales aporta a tu piel y tu rutina?
Zonas del cuerpo que puedes depilar con hilo
Aunque solemos asociar el hilo a las cejas, hay muchas otras áreas en las que esta técnica puede marcar diferencia. Aquí te explico las principales:
- Cejas: La reina absoluta de la depilación con hilo. Permite dar forma precisa, perfecta para arqueados definidos o un look más natural sin agredir la piel.
- Zona del labio superior: Ideal si te irritas fácilmente con cera o rasurado. El hilo quita incluso el vello más fino del bigote sin dejar enrojecimientos prolongados.
- Mejillas y patillas: Sí, aunque no lo creas. Si tienes pelitos finos en esas zonas, el hilo los elimina sin comprometer la textura de tu piel ni provocar brotes.
- Frente: Algunas personas con vello en la parte superior de la frente o entre el cabello optan por el hilo para lograr una línea más definida o despejada.
- Mentón: Otra zona donde el vello suele ser fino pero molesto. La depilación con hilo no solo lo elimina, sino que retrasa su crecimiento.
Este método no es recomendable para zonas extensas tipo piernas o axilas —sería un suplicio por tiempo y practicidad—, pero para el rostro, va como anillo al dedo.
Ventajas reales de la depilación con hilo
Cuando empecé con el hilo, lo admito: fui más por curiosidad que por necesidad. Pero después de un par de sesiones, entendí por qué cada vez más esteticistas lo recomiendan. Aquí te resumo (sin rollos) los beneficios reales que yo, y muchas otras mujeres, hemos comprobado:
- Precisión quirúrgica: El hilo atrapa hasta los pelitos más pequeños, sin afectar los que no quieres quitar. Ideal para cejas donde cada milímetro cuenta.
- No agrede la piel: No hay químicos, cera caliente ni productos que puedan inflamar o irritar. Se retira el vello sin tirar de la piel, lo que reduce la flacidez a largo plazo.
- Menos dolor que parece: No vamos a mentir: sentir, se siente. Pero en comparación con la cera, es mucho más tolerable y el enrojecimiento se va rápido.
- Duración del resultado: Como se arranca el vello de raíz, los resultados pueden durar entre 3 y 5 semanas, y con el tiempo, incluso ralentiza el crecimiento.
- Ideal para pieles sensibles o con acné: Si eres propensa a brotes, esta técnica es tu aliada. No reseca ni provoca granitos ni obstrucciones.
Mi experiencia: Lo bueno, lo no tan bueno y lo que nadie te dice
Probé la depilación con hilo por primera vez en un pequeño centro de estética en Madrid, casi por casualidad. Tenía una cita para cejas con cera, pero me ofrecieron probar el hilo como alternativa para mi piel sensible. No puedo decir que fue amor a primera vista —el primer tirón sorprende—, pero después del espejo, no hubo marcha atrás.
Lo mejor: La forma de mis cejas mejoró radicalmente. Por fin pude definirlas sin que una quedara más alta que la otra (¡a todas nos ha pasado!). A nivel piel, noté menos sensibilidad, y lo más importante, cero granitos post-depilación. También lo probé en el labio superior, y me olvidé del vello por casi un mes.
Lo no tan fantástico: Encontrar una buena profesional. Aunque cada vez hay más centros que ofrecen hilo, no todos lo hacen bien. La técnica requiere práctica, así que si es tu primera vez, asegúrate de que esté bien formada.
Tip importante: Evita hacerlo justo después de tomar sol o si estás usando retinoides o exfoliantes químicos. Tu piel puede estar más sensible y eso podría hacer que duela más o se irrite.
¿Se puede hacer en casa?
Honestamente, no lo recomiendo… al menos al principio. Aunque hay muchos tutoriales rondando en YouTube y TikTok, lograr la técnica correcta (formar el lazo, tensar el hilo y controlar la dirección del movimiento) requiere práctica —y mucha paciencia—.
Además, si lo haces mal, podrías cortar el pelo sin arrancarlo de raíz o dañar involuntariamente zonas que no querías tocar (como la forma de tus cejas). En mi caso, prefiero ir a una profesional y dejar que alguien que sabe bien lo haga rápido y con seguridad.
¿Con qué frecuencia se debe hacer?
Depende de tu ritmo de crecimiento, pero en general una cita cada 3 o 4 semanas es suficiente. Con el tiempo, notarás que el vello crece más fino y menos denso, lo cual te permite espaciar las sesiones.
Mi rutina actual: hilo para cejas y labio superior cada cuatro semanas. Mantengo la forma con muy pocas pinzas entre sesiones y ¡listo!
¿Es caro?
No especialmente. Una sesión de cejas con hilo ronda entre los 8 y 15 euros en la mayoría de centros de estética, según dónde vivas. Algunos sitios ofrecen packs si incluyes más zonas (por ejemplo, labio+cejas+mentón). Personalmente, me parece una inversión pequeña con un alto retorno en tiempo, estética y cuidado de la piel.
¿Para quién está recomendada?
- Personas con piel sensible, tendencia al enrojecimiento o acné.
- Mujeres que buscan una forma precisa y natural de las cejas.
- Quienes quieran mantener su piel libre de vello sin los efectos secundarios de la cera.
- Amantes de los métodos naturales y libres de químicos.
Si te identificas con alguna de estas situaciones, el hilo puede ser exactamente lo que necesitas.
Consejos finales para sacarle el máximo partido
- Evita exfoliar justo antes o después: Dale un par de días para evitar irritaciones.
- Aplica aloe vera o una crema calmante post-sesión: Tu piel te lo agradecerá.
- Ve con la piel limpia, sin maquillaje: Cuanto más libre esté la piel, más fácil será el trabajo con el hilo.
- Elige bien el lugar: Pregunta por la formación de quien lo hace y, si puedes, revisa opiniones.
En definitiva, la depilación con hilo es más que una técnica estética. Es una forma de cuidar tu piel con delicadeza y precisión. No hace milagros, pero sí puede ayudarte a lograr esos pequeños cambios que marcan una gran diferencia en el día a día. Yo la adopté definitivamente en mi rutina, y sinceramente, no echo de menos ni la cera ni las pinzas. ¿Tú, ya la probaste?